Un año llevaba sin utilizar mi vieja compañera de caminos. Desde que concluí el último Camino de Santiago el año pasado, no había vuelto a pedalear con mi amarilla compañera de rutas.
Durante estás dos últimas semanas de agosto, la utilizo en mis entrenamientos mixtos, de ruta corta de Btt y Gym al aire libre, reservando para el sábado y el domingo mi blanquiazul 29.
Muchos miles de km. he recorrido con ella y seguramente me acompañe durante bastantes más, pues su robustez es para mí sinónimo de seguridad y fiabilidad, aunque no piense igual cuando subo grandes desniveles jajaja.
No podía continuar escribiendo entradas en el blog sin antes homenajear a quién ratificó mi pasión por este deporte y que además, me permite disfrutar de la naturaleza, de la historia, cultura y tradiciones de mi país y de sus pueblos mientras practico uno de los deportes que más me gusta.
Un saludo a todos/as.


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